Competencias


La doula debe

• Comprender la fisiología del parto humano, respetar sus tiempos y proteger su intimidad.
• Entender la importancia del apoyo y acompañamiento emocional de la embarazada, en cualquier situación.
• Caracterizarse por una actitud discreta, tranquila y amorosa con respecto a la madre.
• Respetar escrupulosamente y en todas las cuestiones las decisiones de la mujer, también si prescinde de su presencia.
• Intentar proveer el máximo bienestar posible a la madre, sin perturbarla en su trabajo de parto, entendiendo el parto como una vivencia clave en la vida sexual de la mujer.
• Priorizar la atención a la parturienta sobre la atención a cualquier otra persona. No dejar a la mujer sola, salvo que ella lo desee y lo necesite.
• Estar atenta al acompañante de la parturienta, evaluando qué pudiera hacerle falta para que pueda acompañarla mejor.
• Mantener una actitud de máximo respeto hacia los profesionales médicos y asistenciales.
• Sugerir y alentar las medidas que fomenten el vínculo madre-bebé, permitiendo todas las alternativas que la madre necesite experimentar hasta hallar las que mejor encajen con ella.

La doula no debe

• Imponer a la embarazada su propia ideología o sus creencias personales acerca de cómo debe ser su parto, o la crianza de su bebé.
• Imponer a la embarazada prácticas que no le resulten beneficiosas o agradables. La doula no debe perder jamás la consciencia de que esa mujer es única y debe ser respetada en su singularidad, todo el tiempo.
• Realizar ninguna tarea propia de las competencias del equipo médico y asistencial, ni en el caso de tratarse de una mujer que está profesionalmente capacitada para hacerlo. La mujer que está actuando como doula no se involucra en cuestiones obstétricas.
• En caso de desacuerdo u conflicto con las conductas del equipo obstétrico, no debe jamás entrar en una disputa, ni hacer comentarios al respecto que pudieran angustiar o poner en alerta a la mujer en esa circunstancia. La doula deberá encontrar la manera de apoyarla y protegerla en todo momento, aunque sea en una situación muy adversa.

Es esperable que la doula

• conozca previamente a la madre, mediante encuentros en que se establece un vínculo de confianza, honestidad y respeto mutuo. Eso facilita que la doula capte sus opciones y preferencias, sus inquietudes, su personalidad, y todo lo que pudiera ser valioso para acompañarla con mayor calidad.
• aliente a la madre a escucharse, a conocerse, y a pedir lo que necesita en todo momento.
• aclare a la mujer cuáles son sus funciones y cuáles son sus límites.
• mantenga la conducta interna de autoobservación, para discriminar cuándo su propia impaciencia, angustia, expectativas o prejuicios puedan interferir en su trabajo, y hallar formas de acompañamiento serenas y respetuosas.